Historia
R.O.B., siglas de Robotic Operating Buddy, también conocido como Family Computer Robot (su nombre original en Japón), es un accesorio para la Famicom (o para la NES, en su versión occidental). Lanzado en julio de 1985 en el país nipón, fue obra del genio y figura de Nintendo Gunpei Yokoi.
Pero empecemos antes. En los inicios de 1984. Nintendo of America, por áquel entonces una “startup”, participaba en el CES de Las Vegas. En sus panfletos, tres imágenes. Una con una pantalla mostrando Pong. La siguiente, con una televisión con un juego parecido a tennis para Atari 2600. La última, con una caja oculta con la leyenda “La evolución de las especies se completa”. ¿Qué mostraban? Una nueva consola de juegos que se salía en Japón. Conocida allí como Famicom, el nombre elegido para los mercados occidentales era Nintendo Entertainment System. Una cantidad ingente de compradores y ejecutivos de la industria se pasaron por el diminuto stand de Nintendo a ver su máquina. Los panfletos no mentían; la consola tenía unos gráficos a años luz de los vistos para Atari 2600. La NES era una pieza maravillosa y nadie lo dudaba.
Pero… ¿número de pedidos para el sistema? Cero.
Y es que hablábamos de 1984, justo un año después de la destrucción del mercado de los videojuegos, del crash de 1983. Los consumidores, cansados y quemados con el software de dudosa calidad creado para Atari 2600 en los años anteriores, reaccionaron dejando de comprar. Las empresas caían como moscas, una tras otra, en bancarrotas en cadena. Millones de dólares en pérdidas y miles de ejecutivos que perdieron todo lo que habían invertido esperando una carrera meteórica subidos a las maquinitas. La burbuja había estallado y ningún minorista iba a ceder el más mínimo espacio a un producto que no se vendería nunca. “Los consumidores han madurado” o “los videojuegos han muerto” eran frases más que habituales. No importaba que la NES fuese excelente; nadie iba a confiar en ella.
Pero la filosofía de Nintendo – y específicamente, la de Gunpei Yokoi – salió al paso para buscar una solución a un problema de ese calibre. La solución recibió nombre propio: R.O.B. Con colores a juego con la consola (blanco y rojo en Japón para la Famicom, gris para la NES en occidente) se trataba de un robot de aproximadamente 24 cm de alto, con un eje giratorio y los brazos móviles. Diseñado para funcionar con dos juegos de dudosa calidad (Gyromite y Stack-Up), R.O.B. funciona recibiendo órdenes a partir de flashes ópticos en la pantalla. Está capacitado para ejecutar 6 órdenes distintas (subir, bajar, derecha, izquierda, abrir y cerrar).
Pero no nos engañemos. El propósito de R.O.B. no era ser jugable ni entretenido. Su objetivo real era convertir a la NES en algo más que una consola. En algo que proporcionase una excusa a la gente de ventas para acercarse a las grandes cadenas (como Toys R Us) y decir, “No es un videojuego”. “Es un juguete”. Para más inri, en Estados Unidos y Europa se montó en un pack llamado Deluxe Set, que incluía la pistola (Zapper). La campaña de marketing se olvidó completamente de la consola para centrarse en robot y pistola, como se puede comprobar en el siguiente anuncio.
Funcionó. Esto no significa que los minoristas se volvieran locos con el invento, ni mucho menos. Sólo significa que al menos hubo suficientes minoristas en la ciudad de Nueva York que se vieron con ganas de listar la consola en verano de 1985 como para tener un mercado de prueba. Si la NES podía vender en la ciudad más duramente afectada por el crash de 1983, la estadística decía que podía venderse en todo el mundo.
¿Qué tal fue el experimento? Perfecto. Los anuncios no engañaron a ningún chaval de menos de quince años ni un segundo. Sabían que lo que estaban viendo eran videojuegos. Y los consumidores no estaban cansados de videojuegos; estaban cansados de malos juegos. La campaña de marketing, además, ayudo a los chavales a convencer a sus padres de la compra de ese… robot de juguete.
Un millón de consolas en el primer año. Los analistas (qué figura más curiosa) seguían prediciendo su final, considerándola una aberración temporal. Cuando Nintendo, además, dejó a R.O.B. de lado, los más listos del sector decían que Nintendo había perdido su disfraz. Nintendo of America vendió tres millones de consolas ese año, 1986. Ya no había duda, los videojuegos estaban de vuelta y Nintendo representaba el futuro de la industria.
Como nota, R.O.B. se vendía como Family Computer Robot en Japón, y como la Famicom ya estaba en el mercado desde 1983, el robot se vendió por separado, con dos juegos aparte (Gyro y Robot Block). En occidente, Gyromite y R.O.B. se vendían únicamente con el Deluxe Set. Stack-Up se vendía por separado.
R.O.B. sea probablemente uno de los periféricos más importantes de la historia y, curiosamente, no por su utilidad o diversión, sino por su papel clave en la recuperación de una industria que se daba por perdida. Algunos juegos recientes (como Mario Kart DS y Super Smash Bros. Brawl) le han homenajeado con sus respectivas apariciones como personaje seleccionable.