Características
- Fabricante: NEC
- Procesador: HuC6280 @ 7.16 MHz/1.79MHz
- Formato: HuCard
- Librería de juegos: 94 para la versión TurboExpress. Con el adaptador para PC Engine (o la PC Engine GT) se llega hasta los 300.
- Precio Original: $249.99
- Ventas: unos 1,5 millones de consolas entre las dos versiones (americana y japonesa).
Historia
La TurboExpress fue una consola portátil lanzada por NEC en 1990. Básicamente es la versión portátil de la Turbografx-16 que había aparecido un par de años antes. En Japón fue conocida como PC Engine GT (Game Tank). Y aquí está la primera diferencia respecto lo que estamos acostumbrados en portátiles; la TurboExpress es exactamente igual a la Turbografx-16, su versión de sobremesa; así que permite jugar a los mismos juegos. Empezamos fuerte.
Fue la portátil más avanzada de su tiempo y era compatible con todas las HuCard de la Turbografx. Al igual que pasa con la dualidad PC Engine / Turbografx, la PC Engine GT / TurboExpress solo son compatibles con sus juegos, es decir, o los japoneses o los occidentales. El intercambio es únicamente posible con el adaptador, puesto que la única diferencia reside en un cambio de orden en los contactos.
La pantalla es de 2,6 pulgadas, idéntica en tamaño a la de la Game Boy original. Pero aquí acaban todas las similitudes. La pantalla de la Turboexpress permite 64 sprites simultáneos, 16 por línea, en hasta 481 colores simultáneos de una paleta de 512, con 8KB de RAM y una CPU como la de la Turbografx. Comparéis con lo que comparéis, es una especificación espectacular.
Su origen es simple; NEC, después de su éxito con la PC Engine en Japón, quiso crear un sistema portátil capaz de competir contra la Game Boy. Su lanzamiento fue el 16 de noviembre de 1990, marcando un nuevo estándar en portátiles. No fue la primera en color – la Atari Lynx se avanzó – pero en capacidades técnicas era mucho más avanzada.
Y es que la diferencia principal frente a las otras dos portátiles en color de su misma generación – la Atari Lynx y la Game Gear – residía en su pantalla, que en vez de montar una pantalla matriz pasiva usaba una pantalla activa de alta resolución, consiguiendo así que la claridad de la pantalla fuese constante independientemente de las condiciones en las que se jugase. Además, otro punto clave, es que se convirtió en la primera portátil que permitía el uso de exactamente los mismos juegos que una consola de sobremesa. Basta con coger los juegos de la Turbografx e insertarlos para jugar. De esta forma, la librería de juegos inicial ya era, de por sí, espectacular.
La TurboExpress es grande. Mide bastante más que la Game Boy original, es más gruesa y se parece más a un televisor portátil que a una consola. Y tiene sentido, puesto que dispone de un puerto de 8-pin preparado para conectarlo a cualquier sintonizador de TV. Sus mandos de control son exactamente los mismos que encontraríamos en el mando de la Turbografx, incluidas las opciones de turbo.
Una compra casi segura de sus usuarios era el adaptador de corriente. El precio a pagar por sus impresionantes especificaciones y la brillante pantalla activa retroiluminada es de seis pilas cada tres horas. Otro precio a pagar era el monetario; en sus inicios en Japón estaríamos hablando del equivalente a 400$. Y eso era algo que tenía cierto sentido en el país nipón, donde la PC Engine era popular y los juegos extendidos, con lo que disfrutó de un éxito relativo.
La situación en occidente era más bien inversa. La Mega Drive dominaba en Estados Unidos y la distribución en Europa era prácticamente inexistente. La TurboExpress no llegó nunca oficialmente a nuestras tierras, pero si lo hizo en Estados Unidos como TurboExpress, en 1991, como el ejemplar que os presento aquí. Aunque el sistema fuese superior tanto a la Atari Lynx como a la Game Gear, su elevadísimo precio la convirtió en una consola de élites, à la Neo-Geo. Para tener referencias, la TurboExpress con el adaptador podía costar alrededor de 300$, la Atari Lynx en su paquete deluxe 179$, la Game Gear 149$ y la Game Boy 89$.
Para clavar otro clavo en el ataúd estaba Sega, que ofreció Sonic the Hedgehog de regalo durante una promoción para la Game Gear y la incorporación de Tetris en el pack de la Game Boy. Incluso la Atari Lynx incluía California Games, que si bien no era tan potente como los anteriores, era más que lo que incluía de serie la TurboExpress, ningún juego. Si le sumamos la falta de soporte de terceras compañías por su baja base instalada, nos encontramos con otro caso típico de atasco, de problema del huevo y la gallina que termina sin una ni otra.
Cuando el precio de la TurboExpress fue bajado a 199$ en 1992, incluyendo cuatro juegos de regalo (entre Victory Run, Pac-Land, Alien Crush, Fantasy Zone, Vigilante y Power Golf). Pero era demasiado poco y demasiado tarde. El dominio de la Game Boy ya era tan aplastante – con la Game Gear detrás – que no había nada que hacer. NEC misma enterró la portátil, puesto que a partir de entonces centró sus esfuerzos en un nuevo medio, el CD, y en el lanzamiento de la TurboDuo en EEUU.
Innovaciones / curiosidades
- Su pantalla activa da una claridad sin igual hasta ese momento.
- Es la primera portátil que reproduce exactamente la misma consola que su versión de sobremesa, usando incluso sus mismos juegos.
- Oficialmente tiene dos periféricos bastante habituales, el TurboLink – cable link – y el TurboVision – o sintonizador de TV.
- La TurboExpress aparece como dispositivo lector de vídeo en una película de 1998 – Enemigo Público, con Will Smith. Aquí está: http://pcenginefx.com/main/turboexpress_in_the_movies.html
En funcionamiento
Podría mostrar a los juegos de la Turbografx que mencioné en su día, pero para añadir variedad voy a mencionar algunos distintos:
- Legendary Axe: este juego trae una excelente jugabilidad y unos sprites de un tamaño nunca vistos en su época. Del estilo de Astyanax, su creador (que fue diseñador de este último) lo considera su secuela espiritual.
- Soldier Blade: uno de los grandes Shoot’em’up, seguramente es el que tiene mejor mecánica de juego del sistema, mucho más compacto que la mayoría y con una de las mejores BSO nunca vistas.
- Bomberman: aunque posiblemente sea mejor jugarlo en la Turbografx con su multitap, no podía dejar de mencionarlo. ¿Hace falta que diga algo más de él?
Jugabilidad en el presente
Quizás no sea la consola más portátil del mundo, con lo que a nivel de usabilidad seguramente el título se lo llevaría otra, pero por el simple hecho de permitir jugar a los títulos de Turbografx sin tener que montar la consola ya cumple con su propósito.
La conclusión para la TurboExpress es simple. Si te gusta la Turbografx, la TurboExpress te parecerá deliciosa. Aquí os dejo un vídeo propio: