Características
- Fabricante: Nokia
- Procesador: ARM 920T @ 104 MHz
- Formato: Tarjetas (MMC)
- Librería de juegos: 58.
- Precio Original: Alrededor de los 300€, aunque podía depender del operador de teléfono.
- Ventas: 3 millones entre todas sus versiones.
Historia
La N-Gage fue un teléfono móvil y sistema de juego portátil fabricado por Nokia, basado en la famosa plataforma S60, lanzado el 7 de octubre de 2003. Aunque vayamos por partes. Estamos a finales de los 90 y el dominio de las Game Boy es incontestable. Muchas intentan hacerle sombra, pero no llegan ni a asomarse en las listas de ventas. A la vez, más y más personas empiezan a disponer de teléfono móvil. Lo que hasta hacía más bien poco era un lujo al alcance de pocos, se convertía en un habitual en el bolsillo. Los adolescentes que cargaban con uno de ellos también solían traerse su consola portátil y, en algunos casos, incluso sus reproductores de música o similares. Nokia – a la que se le tiene que reconocer que la idea era buena – vio una oportunidad única para combinar todos estos dispositivos en uno de solo. Así, en noviembre de 2002 anunció que desarrollarían la N-Gage, un aparato que lo integraba todo, añadiendo algunas mejoras, como el uso de Bluetooth (o Internet) para el multijugador. Para terminarlo de redondear, sería capaz de reproducir MP3 y vídeo – e incluso servir de PDA.
Así pues, en octubre de 2003, Nokia fue llamada a hacer historia con el lanzamiento de su N-Gage. En ese momento, toda la competencia se podía resumir en un solo nombre: Game Boy Advance. La N-Gage disponía de una ventaja clara con su uso como teléfono móvil, pero como todos sabemos, el tiro le salió por la culata.
Para empezar, el precio de lanzamiento rondaba los 300 euros. Y eso hubiese sido un precio razonable o incluso normal para un teléfono de alta gama del momento, pero su capacidad como teléfono no respondía a esas características. El público objetivo para el aparato no podía permitirse costear su precio (la Game Boy Advance costaba ya menos de la mitad) pero incluso más allá del dinero, muchas de las malas decisiones de diseño se escamparon como la pólvora entre sus potenciales compradores. El altavoz, puesto con tan mala baba que el usuario estaba obligado a hablar con el teléfono en una posición que recordaba a un “taco” mejicano, fue objeto de múltiples críticas y de una ridiculización que le llevó a incontables páginas web. El colmo era la situación del agujero para meter los juegos debajo de la batería del teléfono. Así, para cambiar de juego hacía falta quitar la batería. ¿En serio? Y por último, también destaca su pantalla, que es de las pocas pantallas que se recuerdan con una relación de aspecto más alta que ancha – dificultando la mayoría de conversiones.
Otro punto que la condenó fue su catálogo. Especialmente en su inconsistencia. Para empezar, los análisis de la prensa eran tan variopintos como sospechosos, aunque en ningún caso llegaron a ser considerados como excelentes. Algunas conversiones de juegos de PlayStation (como Tomb Raider) no eran del todo malas, pero todo lo que les faltaba se echaba enormemente de menos. Incluso tuvo un Sonic mediocre, pero el resto de títulos eran directamente atroces, con juegos como Puzzle Bobble que corrían a menos frames por segundo que dedos en la mano o el horrible Moto GP, que si bien venía incluido en algunos de los packs iniciales, parecía más una demo técnica que un videojugo, lleno de bugs, ralentización y controles que no respondían.
Sin haber muerto todavía, algo interesante ocurrió a mitades de 2004 – de la nada, apareció la muy mejorada N-Gage QD. (Ver artículo relacionado, N-Gage QD).
Aún con el lanzamiento de ésta última, la situación no cambió. Nokia siguió dando soporte al sistema hasta 2006, y los jugadores que se mantuvieron fieles a la misma pudieron experimentar los que quizás serían los mejores juegos que llegó a ver la consola, como Pathway to Glory o Colin McRae Rally. Y es que, en realidad, la máquina tenía potencial.
Pero como sabemos, nada fue suficiente, así que en 2006, Nokia abandonó al sistema. Algunos juegos aparecieron, pero la Nintendo DS y la PlayStation Portable ya iban a toda máquina, dejando la N-Gage olvidada en la cuneta del tiempo. Lo más cruel de la historia es que Nokia intentaría relanzar la N-Gage como plataforma de distribución de juegos para sus teléfonos de serie N, pero para entonces ya existiría el iPhone y la AppStore, reventando de nuevo el mercado. En 2010, el concepto N-Gage sería retirado ahora sí, para siempre.
La N-Gage será recordada como esa portátil/teléfono que no era precisamente buena en ninguno de los dos aspectos y que usarla para hablar te obligaba a pasar vergüenza por la calle. En realidad, deberíamos intentar pensar en ella como ese extraño experimento incomprendido, como muchos otros, que fue a la deriva en el océano que es la historia de las consolas. Aunque sea difícil.
Innovaciones / Curiosidades
- La N-Gage combina teléfono y consola (entre otras capacidades) en un solo dispositivo.
- Permite reproducir juegos java.
- En la N-Gage era relativamente fácil la emulación de algunos sistemas anteriores, algo que se convirtió, irónicamente, en uno de sus puntos fuertes.
En funcionamiento
- Tomb Raider: uno de los títulos de lanzamiento, fue el considerado juego estrella para el aparato. Mostraba gráficos impresionantes para una portátil y parecía la experiencia Tomb Raider definitiva en tus manos. Pero sólo lo parecía. La falta de secuencias y de música lo echaba todo al traste.
- Tony Hawk: si bien Tomb Raider fue claramente uno de los juegos que ayudó a vender consolas, también tuvo su ayudita con Tony Hawk, una buena conversión de un buen juego.
- Colin McRae Rally: tras el fiasco de Moto GP, era difícil imaginar que un juego de carreras pudiese tener una buena versión en la portátil de Nokia. Colin McRae Rally demostró que eso era posible, aunque fuese prácticamente el único.
Jugabilidad en el presente
Reconozco que el concepto de la N-Gage me llamó la atención cuando salió. Por aquél entonces muchos andábamos casi como tontos jugando al Snake de los móviles de Nokia, así que ya nos habíamos empezado a acostumbrar a jugar en nuestros primitivos móviles. No obstante, su prohibitivo precio hizo que más de uno se lo pensara – y siguiese disfrutando con su Game Boy Advance.
Así que tenía ganas de tener una N-Gage en mis manos, pero cuando lo hice cometí el error de jugar a Moto GP. Y así, mi ilusión se convirtió en ira ante tal atrocidad. Honestamente, el concepto es brutal y lógico, pero la ejecución fue un desastre. Incluso más allá de la ejecución, sigo pensando que me parece curioso que diez años más tarde, todavía no exista un dispositivo de ese estilo pero que funcione bien. Dos generaciones de portátiles más tarde, sigue habiendo consolas puramente dedicadas al juego, y móviles que no terminan de ser capaces de sustituirlas en el aspecto más profundo de juego. Es una reflexión.