Características
- Fabricante: Creatronic / Videojet / Timlex.
- Procesador: Z80 @ 4.19 MHz.
- Formato: Cartuchos.
- Librería de juegos: alrededor de 30.
- Precio Original: 129 fl holandeses (~60 €).
- Ventas: NA
Historia
La Mega Duck WG-108 – aunque con Mega Duck ya hay más que de sobra – es una consola portátil lanzada en 1993 en otro infructuoso intento de competir con la Game Boy. Producida por varias compañías, se originó en Hong Kong a través de Welback Holdings y su división Timlex, pero también la fabricaron otros como Creatronic y Videojet. En Brasil, la versión Made in China de Creatronic se vendió con otro nombre – Cougar Boy – puesto que la distribuyó Cougar USA. Un buen lío.
Por curioso que parezca, los principales países donde se vendió fueron Francia, Holanda y Alemania. La versión brasileña se considera bastante más rara, aunque solo se diferencien en el logo. Su precio, llevado al día de hoy, rondaría los 60 euros, algo que la colocaría muy cerca de su hermana gemela, la Watara Supervision.
Hablando de la Watara Supervision, los cartuchos son muy parecidos, pero en la Mega Duck tienen cuatro contactos menos (36 versus 40). Internamente, ambas máquinas también son prácticamente idénticas. Incluso comparten la posición de los controles de volumen, de contraste y de sus botones, que son sospechosamente similares. La gran diferencia es la pantalla – notablemente mayor en el caso de la Supervision.
Aunque sus precios fueran más bajos que los de la Game Boy ninguna fue capaz de competir o arañar mercado a la portátil de Nintendo.
Innovaciones / Curiosidades
- Con un joystick externo, dos jugadores podían jugar en la misma máquina simultáneamente.
- El controlador de vídeo de la Mega Duck tiene una peculiaridad – usa dos planos. De esa forma, es capaz de imitar el efecto del scroll parallax.
- La pantalla de la Mega Duck parece de mejor calidad que la de la Game Boy. El ghosting es prácticamente inapreciable en comparación.
En funcionamiento
No conozco suficientemente la librería como para hablar de Killer Games, si es que los hubo. Si es verdad que tras toquetearla la sensación es que los títulos son de limitada calidad pero se dejan jugar bastante bien, lo que hace entrever que quizás, con mejores u otros desarrolladores, hubiesen podido salir juegos buenos para la máquina.
Jugabilidad en el presente
Si bien es cierto que la pantalla es notablemente mejor que la de la Game Boy, el problema de la Mega Duck es otro: sus juegos. Poca base instalada, soporte únicamente propio (first party) y pocas ideas originales – muchos de los juegos son básicamente clones de otros más conocidos – hacen de la Mega Duck un sistema poco interesante a nivel puramente lúdico.